jueves, 30 de diciembre de 2010

domingo, 31 de octubre de 2010

LA HISTÓRICA RECONSTRUCCIÓN DEL TROLEBÚS FIAT Nº 39 DE LA CIUDAD DE ROSARIO

A continuación presentamos un panorama gráfico del avance de los trabajos de reconstrucción del trolebús FIAT ALFA-ROMEO CGE º que es desarrollado íntegramente por el personal de la empresa S.E.M.T.U.R.
Las labores están en su etapa definitiva, y se espera que en próximas semanas el coche pueda estar listo. Todas las imágenes datan del pasado 29 de octubre de 2010, y son autoría de Carlos Alberto Fernández Priotti.






















domingo, 5 de septiembre de 2010

VISITANTE ILUSTRE


El ingeniero rosarino José Luis Moscovich, se encuentra en la ciudad para pasar algunas semanas; tal como viene haciendo anualmente desde hace algún tiempo.
Este profesional es director ejecutivo de la Autoridad de Transporte de San Francisco (California, Estados Unidos), y fue el mentor de la posible importación de 240 trolebuses usados de la ciudad de Vancouver, Canadá; operación que se concretó sólo con la provincia de Mendoza, que adquirió 80 unidades eléctricas. Córdoba no manifestó mayor interés en esa posibilidad, y la Municipalidad de Rosario, además de no tener la decisión concreta, tampoco accedió a la asistencia financiera que le había solicitado al Gobierno de la Provincia de Santa Fe.

Sin embargo, el ingeniero Moscovich, por sus valores humanos y profesionales, es considerado un “visitante ilustre” para nosotros. Aquí lo vemos junto al ingeniero Daniel Corsi, jefe técnico de la Línea “K” de Trolebuses, en oportunidad de su visita a las instalaciones de S.E.M.T.U.R. para ver los trabajos de reconstrucción general del trolebús FIAT / Alfa-Romeo / CGE, que la empresa municipal ha encarado con fines históricos y turísticos.

miércoles, 2 de junio de 2010

SE INICIÓ LA REPARACIÓN INTEGRAL DEL TROLEBÚS FIAT RESERVADO PARA PRESERVACIÓN HISTÓRICA

A partir del pasado 26 de mayo, el personal de la Unidad de Gestión Eléctrica de la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (S.E.M.T.U.R.), dio inicio a los trabajos de reparación integral de un trolebús FIAT/Alfa – Romeo/C.G.E., que integró la flota municipal con el número interno “39”.

La máquina, adquirida por la Municipalidad de Rosario en 1961, circuló hasta el año 1984 aproximadamente, y luego de ser apartado del servicio, fue reservada por gestión de la Asociación Rosarina Amigos del Riel (A.R.A.R.). Esta entidad realizó un paciente acopio de piezas de repuesto de otras unidades ya radiadas, y debió hacerse cargo de su traslado y guarda a partir de 1998, cuando las autoridades municipales solicitaron desalojar el coche de las dependencias en donde estaba depositado.


Tras varios traslados, y el lamentable saldo de actos de saqueo y vandalismo, a partir de la gestión del Intendente Miguel Lifschitz, fue posible retornar el trolebús a los edificios municipales. En 2005, S.E.M.T.U.R. manifestó interés en restaurar el trolebús y por ello lo recibió en la estación de la línea “K”, en calle Brasil 1036. Sin embargo, por problemas económicos, el proyecto fue postergado hasta principios de 2010, en que se decidió poner en valor a esta histórica máquina.
Los materiales necesarios han sido donados por proveedores habituales de S.E.M.T.U.R., mientras que se resolvió que la mano de obra sea cubierta con personal propio, habida cuenta del alto nivel de capacitación de los técnicos e ingenieros de la Línea “K”.
Por su parte, la A.R.A.R. asesora y provee de documentación técnica, alguna de la cual fue necesario solicitar a la entidad hermana Asociación Montevideana de Estudios del Transporte (A.M.D.E.T.), de la República Oriental del Uruguay.


El proyecto implica la reparación integral de la carrocería, parte mecánica y eléctrica del trole, incorporando nueva tecnologías; para su puesta en servicio histórico y turístico.
El trolebús Nro. 39, integró una flota de cuarenta unidades, que pronto se convirtieron en un ícono de Rosario. Los trolebuses “FIAT”, recordados por su fortaleza y calidad genuinamente italianas, trajinaban las calles al servicio de las líneas “H”, al Norte; “M”, al Sur, y “K”, hacia el Oeste; siendo ésta la única línea de troles que se opera en la actualidad.


La A.R.A.R. es comodataria del coche según decreto municipal de 1985, y mediante un convenio con S.E.M.T.U.R., se llega a esta feliz instancia. La reparación del trole guarda relación con el decreto que dispone declarar “Patrimonio Histórico y Cultural” a la red de trolebuses rosarina, y que fuera sancionado por el Concejo Municipal durante 2009, en oportunidad de celebrarse el cincuentenario de la inauguración de la primera línea. Tal iniciativa es obra del concejal –mandato cumplido- Osvaldo Miatello.

Los Amigos del Riel saludamos que S.E.M.T.U.R. sea la primera empresa pública de transporte urbano, que decide preservar un vehículo de su flota para pieza de museo y exhibición a las futuras generaciones.

miércoles, 26 de mayo de 2010

COMO RATA POR TIRANTE

Uno de los posteos publicados acerca de la nota de Rosario3.com sobre "Amor entre lanzas" (la fotonovela que planea realizar mi amigo Claudio Gazzera) -http://www.rosario3.com/noticias/noticias.aspx?idNot=71505-, me hizo recordar varias cosas. El comentario dice lo siguiente:
"Doce
25/05/2010 20:07 Los canallas jamás se olvidaran que el vasco los mandó al bombo como mandó a los trolebuses desmantelando toda la línea norte. ¡Que tipo dañino cuanto daño le hizo a la ciudad! Este maldito vasco no tiene perdón de Dios y menos de los rosarinos que por una u otra causa lo odiamos por el daño que nos hizo. "


Hagamos memoria: En noviembre de 1994, cuando el intendente Usandizaga aún no había cumplido un año de su gestión, autorizó la sustitución de los trolebuses en la Línea M, que unía el Norte con el Sur de la ciudad, a través de los ejes de las avenidas San Martín-Corrientes-Salta-Alberdi-Rondeau. Justo es decir que la ignominia se perpetró con la complicidad del concejo municipal de entonces, haciendo honrosa excepción de los concejales Elbio Martínez, Rubén Lenti y Gualberto Venesia, que se opusieron a semejante disparate.

Los troles en los tiempos del Vasco: deplorable coche 13, con deficiente estado de carrocería, escasa identificación de línea y lanzas dobladas cuan fierros viejos. Así andaba la "K" en 1984...

Con la M sustituída con desagradables y escasos colectivos (algunos de los cuales eran improvisadas carrocerías de manufactura casera montadas sobre camioncitos de pequeño porte), la única línea remanente, la K, no sólo no progresó, sino que ingresó en un camino declinante.
Sólo funcionaba una decena de los troles armados por la concesionaria Martín Fierro, en medio de frecuentes caídas de cables y cortes en el suministro eléctrico.
El poder concedente fue por demás indulgente con la concesionaria, que entonces comenzó a manejarse con criterio liberal, pues nadie le ponía límites.
Prueba del accionar permisivo de Usandizaga se palpó con la crisis energética de 1988, que sirvió para que la empresa Martín Fierro consiguiese que se le permitiera la incorporación de colectivos Diesel también en la K, con el supuesto propósito de garantizar el servicio ante los cortes de energía. Al poco tiempo los colectivos en circulación fueron más que los troles. Por su parte, si se hubiese obligado a la concesionaria a poner en funcionamiento una subestación rectificadora que estaba emplazada a mitad de recorrido (y desactivada en su momento por la propia empresa), no habría sido necesaria la intercalación de colectivos.

También fue una ilegalidad que los colectivos fuesen autorizados a extender sus recorridos más allá de donde llegaban los cables del trole; y como si todo ésto no fuera suficiente, aportamos otros detalles:
-la incorporación de nuevas unidades Diesel, mientras que no se reinvirtió un solo peso en troles.
-el robo y deterioro sistemático de los tendidos eléctricos y subestaciones correspondientes a los recorridos dejados de operar en 1984, ante la pasividad de la Municipalidad de Rosario.
-el pase a archivo de la auditoría técnica realizada en 1983, cuyo contundente veredicto debió haber significado la caducidad a Martín Fierro y el posterior procesamiento penal de los responsables.

Vetusto colectivo Diesel, con que la concesionaria Martín Fierro pretendía sustituir definitivamente los troles, con la excusa de la crisis energética.

Lo último: cuando en 1989, el intendente Usandizaga intentó coaccionar al electorado rosarino amenazándolo con "Angeloz o el abismo", prometió su renuncia en caso de resultar perdedora la fórmula presidencial de su partido. Al cumplirse el peor pronóstico para él, no tuvo mejor idea que renunciar a la intendencia, dejando pendiente un juicio millonario contra los trabajadores municipales, a los que él siempre se dirigió de manera despótica y peyorativa. Ese juicio resultó desfavorable para la Municipalidad de Rosario, por lo que los contribuyentes debimos pagarlo durante años.
En mayo de 1989, dos días antes de abandonar su cargo por la puerta de atrás, Usandizaga firmó el decreto de adjudicación de la línea "103" de colectivos, al concesionario que favoreció en 1984 permitiéndole exterminar los trolebuses en la línea M. Con ésto ponía la frutilla del postre en su ignominioso paso por la intendencia local, dejando algo más que sospechas sobre su honorabilidad y decencia. No estuvo solo en ese indigno tránsito: contó con la obediencia debida (¿acaso complicidad?) de sus sucesivos secretarios de servicios públicos Radizza, Dalleva, Moya...

Tiene razón lo que el lector "Doce" manifiesta en su posteo de Rosario3.com. Nuevamente Usandizaga sale huyendo en la manera en que se titula el título de esta entrada, mandando al descenso al club de futbol más antiguo del país, y dejándole una deuda de casi sesenta millones de pesos.
Este canalla no lo es precisamente por pertenecer a la gloriosa divisa auriazul, sino por ajustarse a la definición que la Real Academia Española cita para ese vocablo. Por cierto que no es digno de tener la casaca de rayas verticales amarillas y azules... Más bien, a este sujeto le corresponde estar a buen resguardo y vistiendo otra casaca: la de rayas horizintales blancas y negras.
MARIANO CÉSAR ANTENORE
26 de mayo de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

PARA NOSOTROS FUE UN FESTEJO


Aunque estos días de Mayo no fueron generosos en lo que a buen clima se refiere, la víspera de la Fecha Patria tuvo para nosotros el sabor de un festejo especial: el 51º Aniversario de la Inauguración de la Red de Trolebuses de la Ciudad, la que ahora es Patrimonio Histórico y Cultural.
A hora muy temprana, nos dimos cita en Mendoza y Wilde para inflar globos con los colores patrios y decorar un trolebús, ante la sorpresa de choferes y personal de inspección de la Línea K.
Claudio Gazzera, Adrián Yódice, Rodolfo Mensi y Mariano Antenore estuvimos para celebrar este aniversario del transporte eficiente y ecológico que es ícono de Rosario desde hace más de medio siglo.
Así fue que adornamos el trole 6 con los globos. Por su parte, Rodolfo diseñó un vistoso afiche alusivo, que fue fijado en la caja de accionamiento de la puerta central de la unidad.
Transeúntes y automovilistas; algunos turistas, contemplaron el decorado trole, manifestando sus expresiones de beneplácito.


Detalle del afiche diseñado por Rodolfo Mensi

Por más de dos horas estuvimos paseando en el trole y celebrando a nuestra manera, un aniversario que debería ser tenido más en cuenta por autoridades y por los medios.
De tal manera reivindicamos la plena vigencia del trolebús, patrimonio de Rosario, para que su presencia sea inspiradora de la expansión de este medio de transporte hacia otros corredores de la ciudad y de otras urbes argentinas.

El trolebús ornamentado continúa su marcha por calle Alem, en una mañana lluviosa.

domingo, 23 de mayo de 2010

UN NUEVO ANIVERSARIO ESPERANDO QUE ALGO PASE…


El año anterior celebramos el Cincuentenario del Sistema de Trolebuses de la Ciudad de Rosario, haciendo una serie de actividades culturales desde la Asociación Rosarina Amigos del Riel, y titulamos como “Cincuenta años y un desafío”.
Nuestro artículo, que todavía está disponible en este blog, trazó una síntesis de la historia de este medio de transporte en la ciudad, desde su inauguración en 1959, hasta nuestros días.

En todo este tiempo, la única noticia relevante fue la declaración del Sistema Municipal de Trolebuses como Patrimonio Histórico y Cultural de Rosario; iniciativa que partió del ex concejal Osvaldo Miatello, y que tardíamente tuvo la aprobación del Concejo Municipal, pues aunque cueste creerlo, tuvo serias oposiciones por parte del bloque oficialista.
No desdeñamos que la actual gestión del intendente Miguel Lifschitz tuvo una actitud valiente al rescatar a la línea K de un casi seguro colapso, luego de una prolongada situación conflictiva originada por la ex concesionaria. Tan sólo nueve trolebuses circulaban, sobre un total de veinte.
El empeño del personal acompañado por la SEMTUR, que se hizo cargo del servicio, fue eficaz para poner en circulación la totalidad de la flota detenida, incluyendo al coche 5, que fue reconstruido a nuevo por la gestión oficial.

Todos esos logros, sin embargo no logran disimular el desinterés de la gestión socialista por este medio de transporte tan apreciado. Enancados en el supuesto déficit del transporte eléctrico, funcionarios políticos de diverso nivel “ningunearon” al trolebús, al punto de siquiera mencionarlo en el presuntuoso libro “PEM +10”, que es la síntesis del Plan Estratégico Metropolitano, y que se distribuyó en diversos estamentos gubernamentales y empresariales.
El momento concluyente de esta indiferencia tuvo lugar en junio de 2008, cuando la Municipalidad de Rosario dio por finalizada la gestión para la posible importación de trolebuses usados de la ciudad de Vancouver, Canadá, por un ofrecimiento desinteresado que el ingeniero rosarino José Luis Moscovich le hizo llegar personalmente al intendente Lifschitz.
Al cerrarse esa posibilidad, las máquinas fueron compradas por la Provincia de Mendoza, la que ya incorporó sesenta unidades al servicio, y que poseen un funcionamiento muy satisfactorio. Al respecto, sabemos que el Intendente Lifschitz visitó esa capital hace poco tiempo, y nos preguntamos qué habrá pensado cuando vio los trolebuses canadienses que podrían ahora estar circulando en Rosario….

El mantenimiento de la línea K es correcto, aunque no es pródigo en inversiones de fuste. Los trolebuses esperan su renovación, o en su caso, algunos coches de refuerzo que le permitan superar los desperfectos lógicos que las máquinas presentan luego de dieciséis años de servicio.
Aunque sabemos que existen algunas averiguaciones para renovar la flota, nada se ha avanzado hasta ahora.
Mientras tanto, en el corredor Norte-Sur, el empresario acusado de haber presuntamente destruido el sistema de trolebuses del que fue concesionario entre 1979 y 1992, continúa explotando en forma provisoria la línea 103 de colectivos, a nombre de una empresa que originalmente no fue concesionaria municipal. Sin dudas, un pingüe negocio sin licitación pública que ya lleva seis años, y que continúa gracias a la “vista gorda” del funcionariado local.

Por otra parte, desde las esferas oficiales se planifica un Corredor Norte – Sur con tranvías de última generación, prometiéndose una inversión de cien millones de dólares, que no se sabe de dónde se pueden conseguir.
Recién en este momento se podrían conseguir los fondos para licitar los términos de referencia para un primer estudio de factibilidad, por lo que la concreción del tranvía es una quimera, cuya concreción sería en el mediano plazo. Aún con tanta incertidumbre, es muy llamativa la insistencia del Ente del Transporte para con este proyecto, en el que también estaría muy interesada una poderosa empresa francesa. El trolebús en sus históricas líneas H y M no es tenido en cuenta por los organismos planificadores, que prefieren apostar a un medio de transporte que por ahora es inaccesible para la Municipalidad de Rosario.

Mientras tanto, la línea precaria sin licitación pública sigue circulando, a cargo del empresario que resultó condenado en un juicio civil y penal originado por el mismo Municipio.
Desde nuestra posición seguimos colaborando, aportando ideas y trabajo que por cierto no es desinteresado, por cuanto nuestro interés, es la reconstitución del Sistema de Trolebuses.
Este 51º aniversario del Sistema no es para nosotros tan optimista como quisiéramos, pero persistiremos en nuestra tarea.

domingo, 9 de mayo de 2010

ACTUALIDAD FOTOGRÁFICA

Aprovechando una visita a las instalaciones de la línea K el día miércoles 5 de mayo de 2010, aproveché para tomar algunas vistas relativas al servicio. Espero que sean del agrado de los visitantes a este blog.



Al salir de la zona oeste, el trolebús viaja con importante cantidad de pasajeros, lo cual permite inferir que si la línea tuviese aún mejor frecuencia de la que tiene, los coches seguirían circulando llenos.




Por su parte, el Supervisor Claudio Héctor Gazzera, de la Dirección General de Fiscalización de Transporte, destina sus mejores esfuerzos para que la "K" funcione con la mayor eficiencia posible.




Al llegar al centro, el trole descarga la mayor cantidad de pasajeros, prosiguiendo desde ese lugar, en condiciones más cómodas y apacibles.




El conductor Adrián González, uno de los más entusiastas defensores del trolebús, con que cuenta el plantel de personal de la línea "K"



En Mendoza y Maipú, dejamos el trolebús, luego de un hermoso viaje entre amigos.

viernes, 19 de marzo de 2010

UN REFUGIADO ERRANTE

El coche 39, detenido en la esquina de Mendoza y Castellanos, aún bajo gestión de la Dirección general de Trolebuses de la Municipalidad de Rosario. Foto: Ramón Farreró Gou


Cuando la empresa Martín Fierro S.R.L. navegaba entre las finanzas enflaquecidas, los cinco trolebuses rusos a los que no sabía mantener y el empecinamiento en crear los primeros ómnibus a baterías, la renovación de la flota eléctrica se ejecutaba mediante el aprovechamiento de parte de los equipos eléctricos y mecánicos de los coches entregados por la Municipalidad de Rosario, montándolos de manera improvisada sobre chasis de camión/colectivo Mercedes-Benz LO1114/48. Así fue como una serie de quince unidades con carrocería de concepción propia y manufactura muy pobre e insegura, reemplazaron parcialmente a los trolebuses europeos que heredó de la anterior gestión oficial.
Los 32 trolebuses FIAT/Alfa-Romeo/CGE que entregó el Municipio en 1979, tenían ya entonces dieciocho años en servicio (el fabricante declaraba para estos productos una vida útil de quince años). El mantenimiento durante la gestión municipal fue aceptable, aunque podría haber sido mejor.
Ya en tiempos de la “Martín Fierro”, con el pronóstico de su segura radiación, los FIAT fueron progresivamente retirados, aunque en algunos casos (como el del coche preservado por la A.R.A.R.), ciertos vehículos italianos volvieron a la actividad en reemplazo de las unidades armadas por la concesionaria, que habían quedado inutilizables luego de alguna colisión de magnitud.


El último FIAT en servicio fue el coche 25, casualmente el coche restaurado íntegramente por la Municipalidad al final de la gestión oficial. El registro final del 25 en operaciones data de noviembre de 1984, coincidiendo con la “Dieselización” de la línea “M”.
Fue entonces que el asociado de la A.R.A.R. Alberto Pablo Esteve, quien pese a su reciente incorporación a la entidad demostraba gran entusiasmo por medio del Boletín A.R.A.R. y otras actividades. Su interés por el transporte urbano lo impulsó a intentar preservar el coche 25, conociendo su inminente desafectación.
Así lo propuso a la Comisión Directiva de la A.R.A.R., la que en principio se mostró extrañada por la iniciativa, habida cuenta del origen esencialmente ferroviario de la asociación. Aún así, los referentes máximos de los Amigos del Riel, el Profesor Ramón Farreró Gou y Don Ángel Romano, eran dos grandes simpatizantes del sistema de trolebuses y prestaron acuerdo a la idea de Esteve.
De inmediato se realizó una presentación ante la Dirección General de Transporte de la Municipalidad, pero ya el coche 25 había sido comprometido para entregarse a una vecinal del Barrio Gráfico, así que el coche a conceder sería otro.
El coche seleccionado fue el “11”, renumerado así luego de que sucesivamente fuese el “39”, y ya en los tiempos de la concesión privada el “34”. El “11” había vuelto a la actividad tras el choque y destrucción parcial de la carrocería de aluminio del coche “11” construido en 1981 por la empresa Martín Fierro.

LOS ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS DE LA PRESERVACIÓN
Si bien el nombre de la Asociación Rosarina Amigos del Riel determina en forma meridiana una raigambre ferroviaria, su carácter de miembro fundador de la Federación Americana de Amigos del Riel y la Tracción Eléctrica posibilitó las condiciones propicias para el estudio y divulgación de otras modalidades del transporte eléctrico como es, en este caso, el trolebús.
Fue así como la A.R.A.R. inició ante la Municipalidad de Rosario el Expediente Nº 24.507 del 3 de octubre de 1985, en el que se solicitaba el rescate de un trolebús FIAT/Alfa-Romeo/C.G.E., en razón de que esas unidades ya no circulaban. “Es intención de esta entidad la de rescatar uno de los trolebuses FIAT actualmente desafectados del servicio, antes de que sufran un destino menos digno y evitar así que un vehículo tan característico del transporte en Rosario, llegue eventualmente a desaparecer como ocurrió con los tranvías en época no muy lejana...”, era uno de los párrafos salientes de la nota de petición.
El Intendente Municipal, mediante Decreto Nº 1.803/85 (posteriormente ratificado por el Decreto Nº 6.413 del Honorable Concejo Municipal) concedió en comodato el trolebús FIAT Nº 11 (originalmente 39), y por Decreto Nº 9.332/93, se asignó un lote de repuestos para dedicar a la unidad cedida.
Diferentes motivos habían postergado el retiro de este vehículo desde su tradicional lugar de guarda, la ex estación “General San Martín”, en Avenida Pellegrini 2850. Ello no fue impedimento para que en más de una oportunidad los asociados de la A.R.A.R. se dieran cita en el lugar para proceder al acopio de piezas útiles para la futura restauración del trolebús; tareas frustradas a causa de repetidas sustracciones sistemáticas de todo lo que se había reunido con tanto ahínco.

Transcurrió más de una década desde 1985 hasta 1998, año en que por Decreto Nº 14.567/98 se dispuso el remate de los trolebuses remanentes de la ex flota municipal y de la ex concesionaria, destinando el producido a las tareas de reconstrucción del Tranvía Histórico Nº 277.
Si bien tal resolución favorecía el proyecto insignia de los Amigos del Riel, las autoridades municipales de entonces -en especial el subsecretario de Servicios Públicos- demostraron una total antipatía hacia estas iniciativas, y se conminó a la A.R.A.R. para que, en tiempos perentorios e inapelables, retirara el vehículo de las instalaciones que fueron su “casa” durante veintisiete años.


Así fue que la A.R.A.R. debió abocarse con premura a la preparación del vehículo para su forzado éxodo. Apremiados por los tiempos, y sin colaboración municipal alguna -pese a que la propiedad del vehículo sigue siendo de la Comuna- se recurrió al concurso de mecánicos y voluntarios; acopiando equipos y piezas diversas; rearmando tren delantero y eje diferencial; recuperando neumáticos, y un sin fin de dificultosas tareas que culminaron con el traslado del Trolebús, el día 9 de septiembre de 1998, hacia un inmueble particular cedido temporariamente por amigos de la A.R.A.R.

El trolebús 39, en agosto de 1998, preparado para su traslado, en las instalaciones de la Dirección General de Transporte. Todavía se lo ve relativamente entero... Foto: Mariano C. Antenore

¿UN REMATE ESPURIO?
El 15 de septiembre de 1998 se subastaron los veintisiete trolebuses remanentes, entre los que se encontraban las unidades FIAT y M.A.N. reformadas, los cinco trolebuses soviéticos incorporados en 1980 (con apenas cuatro años de uso), los coches ensamblados por la ex concesionaria y unos pocos FIAT originales en deplorable estado. El producido de la subasta fue exiguo, porque los compradores fueron “chatarreros” en su totalidad.
Las autoridades no hicieron lugar a un reclamo formal por parte de la Comisión Técnica, Ejecutiva y Administradora para el Restablecimiento del Tranvía Histórico, solicitando al Intendente Municipal la no aprobación de la venta de los referidos vehículos -ya que la Municipalidad se reserva esa facultad-, en procura de obtener mejores producidos en una próxima subasta.

Segundo éxodo del trolebús, en este caso, desde Viamonte 671 hacia la estación Central Córdoba del F.C. General Belgrano. Foto: Mariano C. Antenore

En enero de 2001, el trolebús Nº 39 fue trasladado nuevamente, ante la necesidad de evacuar el lugar en donde se hallaba depositado. Por solidaridad de la empresa Belgrano Cargas S.A., el vehículo tuvo su lugar en el predio de la estación Central Córdoba del mencionado ferrocarril, aunque careciendo de las mínimas condiciones que aseguren su protección contra vandalismo y mantuvieran a raya el deterioro por factores climáticos, por estar estacionado a la intemperie.

SIGUIENDO LA RUTA DEL CALVARIO
No terminarían ahí las desventuras para el trolebús FIAT en custodia de la A.R.A.R. A finales del año 2001, la crisis de gobierno que derivó en una inestabilidad social y política gravísima, eclosionó en una no menos andanada de saqueos, vandalismo y demás calamidades como producto de la depresión económica en que derivó todo ese caótico proceso.
El “39”, a la intemperie y ya despojado de una cobertura plástica con que se intentó preservarlo, fue presa del despojo de diversos elementos vitales de su carrocería, así como blanco de sujetos que apedreaban los vidrios de sus ventanillas para luego llevarse los marcos de aluminio. Por cierto que no faltaron las sospechas sobre desleales individuos moradores -por entonces- de la estación Central Córdoba, quienes habrían hecho negocios indebidos con la venta ilegal de bienes pertenecientes o bajo la custodia de los Amigos del Riel.
Ante tan acuciante realidad, iniciamos conversaciones con autoridades de la Cámara de la Industria Carrocera de Larga Distancia, en procura de obtener un padrinazgo privado para la unidad. Quien manifestó su mayor voluntad de colaboración fue el Sr. Marcelo Marot, de larga trayectoria en las empresas de carrocerías de nuestra región. Marcelo gestionó con éxito que el coche FIAT fuese recibido en las instalaciones de la firma Metalsur Carrocerías, en Villa Gobernador Gálvez. Así fue como un nuevo operativo de traslado, costeado por los Amigos del Riel permitió que nuestro trole se alojase junto al trolebús prototipo Cametal-Cramaco, en el playón de Metalsur.

Tercer traslado efectuado el 7 de octubre de 2002, hacia la plata de Metalsur Carrocerías, en Villa Gobernador Gálvez. El coche ya está despojado de sus ventanillas y demás accesorios de aluminio.... Foto: fernado Vaschetti

Tras unos meses de permanencia, la situación financiera de la referida carrocera atravesaba un delicado momento que auguraba una posible quiebra, situación que hubiese dejado interdicto al trole en medio de un farragoso proceso judicial.
Un nuevo traslado se avecinaba: gracias a las gestiones del asociado Raúl Curti, los titulares de un motel de la zona (sí: un motel…) ofrecieron alojar al trolebús en su parque trasero. Así se procedió, aunque al llegar al lugar, claramente los dueños del albergue transitorio demostraron su desinterés por permitir el acceso de la unidad, ante la inesperada -por ellos- condición desmerecida del estado del coche. Sólo ofrecieron dejar el coche en un terreno trasero, sin ninguna clase de alambrado o protección física. En circunstancias tan aciagas, no tuvimos alternativa, y allí quedó el coche, a merced de los elementos.
Terrible fue comprobar, meses después, que el coche había sido presa del más salvaje vandalismo al que podría haber sido sometido, y que la vigilancia prometida por los dueños del motel, jamás existió. Ante nuestra requisitoria, dichos sujetos respondieron de manera hostil, conminándonos a retirar el trolebús, y haciendo caso omiso de su compromiso inicial.
No obstante, formulamos la correspondiente denuncia judicial en los Tribunales Provinciales de Rosario, en razón de nuestra condición de comodatarios de un bien público, y en salvaguarda de nuestras responsabilidades. No obstante, la causa no tuvo sustanciación.

VIENTOS DE CAMBIO
El mismo partido político gobierna la ciudad desde finales de 1989, pero desde sus intendentes pasando por sus funcionarios de alto rango, hubo un amplio espectro en los matices de gestión.
Si para 1998 un subsecretario de Servicios Públicos tenía animadversión hacia el transporte eléctrico y especialmente contra la A.R.A.R., en 2003 esa realidad había cambiado a partir de la buena predisposición del por entonces Secretario de Servicios Públicos Ingeniero Miguel Lifschitz, quien sería electo intendente poco tiempo después. Merced a su intervención, el coche FIAT pudo retornar a las instalaciones municipales, de donde nunca debió habar salido. Había pasado un lustro luego de un innecesario peregrinar, inducido por un funcionario de muy mala voluntad, y que como consecuencia de su nefasto accionar, la pieza a preservar sufrió daños prácticamente terminales.
Del penúltimo operativo de traslado, quien escribe prefirió no participar en razón del gran golpe anímico que representaba ver a lo que tanto se intentó defender, en una situación tan lamentable. Fue el tesorero y director del Museo y Archivo Ferroviario Regional de la A.R.A.R., Rolando Maggi, quien comandó el traslado del trolebús, desde su indigna morada en Alvear (tras el motel…), hasta el antiguo taller de pintura de la Dirección General de Transporte, en Montevideo al 2800. En el lugar, también se encontraba depositada la carrocería del tranvía N° 291.

EL ÚLTIMO TRASLADO HASTA EL MOMENTO
El Ingeniero Miguel Lifschitz, asumió como Intendente Municipal de Rosario. Un hecho trascendente de su gestión constituyó la re-municipalización de la red de trolebuses, en octubre de 2004, ante el riesgo inminente de cancelación del servicio eléctrico por el cese de actividades de la concesionaria privada de entonces.

Sexto traslado del coche, en este caso, desde instalaciones de la Dirección de Ingeniería de Tránsito, hasta la estación de trolebuses de SEMTUR. La unidad estaba desvastada, luego de su penúltima escala, en los terrenos adyacentes a un motel de la localidad de Alvear. Foto: Mariano C. Antenore.

La Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (SEMTUR), creada dos años antes para la prestación de los servicios de ómnibus cuyos concesionarios defeccionaban, fue la que absorbió a la Línea K de Trolebuses, tomando posesión de máquinas, instalaciones muebles e inmuebles. Para ello luego se creó la Unidad de Gestión Eléctrica, que permitió que la línea se operase de manera algo autónoma al resto de las líneas automotores.
Con estas perspectivas y la buena predisposición municipal, fue más propicia la forma de intentar la restauración de nuestro trole FIAT. Así fue como en principio, en 2006 se trasladó el coche al galpón de la “K”, sito en Brasil 1036.
Aunque SEMTUR había sido muy concreta en su intención de recuperar el trole como pieza de museo, luego la compra de más de cien ómnibus comprometió las finanzas de la empresa estatal, al punto de postergar la reparación del coche. Pero al menos, la unidad estaba a salvo, y en un lugar legítimamente “eléctrico”, junto a los trolebuses que diariamente trasladan a miles de rosarinos.

Pero recordemos que el estado del trole FIAT, luego de tantos traslados y especialmente como producto de su penúltima estadía en los terrenos adyacentes al motel de la localidad de Alvear había quedado devastado, los Amigos del Riel nos ocupamos de buscar la manera de reponer aquello que por ser casi único, es prácticamente imposible de conseguir.
Motivo de nuestro paso circunstancial por la Municipalidad de Rosario allá por 1991, fue la colaboración en una Auditoría Técnica que se realizó para constatar los presuntos incumplimientos de la ex concesionaria Martín Fierro S.R.L. Una de las actividades consistió en advertir la presencia de trolebuses que hubieran pertenecido al patrimonio municipal en lugares extraños a su finalidad original. Así fue que en su momento encontramos tres trolebuses FIAT y la mitad de la carrocería de un cuarto trolebús, en la localidad de Arroyo Seco, en terrenos particulares.

El coche 28, adquirido por la ARAR en Arroyo Seco, durante su acondicionamiento para su posterior traslado. Se aprecian el asociado Carlos Fernández Priotti y el mecánico Ricardo Fabré. Foto: Mariano C. Antenore.

El menos deteriorado de todos era el coche 28, uno de los primeros que retiró del servicio la ex concesionaria, y por tal razón, permanecía bastante inalterado en su interior. No obstante, por sus entonces veinte años a la intemperie, habían dejado su huella.
Así fue que en el año 2006, los Amigos del Riel realizamos una colecta privada y como resultado de la misma se adquirió el “28” al particular que lo tenía depositado en la zona rural de Arroyo Seco. Para prepararlo para su rodaje, fue necesaria la labor ardua del mecánico Ricardo Fabré, quien ya antes había colaborado con nosotros. Otro aporte significativo provino del personal de SEMTUR y de quien entonces ocupaba la coordinación de la línea K, el Profesor Arístides Álvarez. Ellos nos prestaron neumáticos y herramientas para poder trasladar el coche hasta Rosario.

Traslado del coche 28, por parte de la empresa contratista de Vial3. Foto: Mariano C. Antenore
El invalorable aporte para el remolque, se lo debemos al extinto amigo Julio Folkenan, quien desde la concesionaria Vial 3, dispuso que una grúa contratada llevase el coche a lo largo de los casi 40 kilómetros que separan Arroyo Seco de nuestra ciudad.
Fue en una tarde, en que ambos trolebuses del mismo origen, se reunieron después de dos décadas y media. El “donante” y el “receptor”, volvieron a estar juntos para un proyecto en común.

UN PAPEL EN EL CINE
Los sucesos sociales de septiembre de 1969, conocido como “El Segundo Rosariazo”, representaron una millonaria pérdida para el patrimonio público, como consecuencia del ataque a las instalaciones ferroviarias, incendio de trenes, casi media centena de colectivos dañados y el incendio total de once trolebuses. Estos últimos se convirtieron -lamentablemente- en protagonistas pasivos de ese levantamiento, por cuanto al adolecer de las facilidades de desplazamiento para escapar de lugares conflictivos, fueron presa fácil de quienes no tuvieron mejor idea que atentar contra el medio de transporte de la clase trabajadora a la que decían defender….
Más allá de la polémica que el suceso pueda generar, al cumplirse los cuarenta años de “El Rosariazo”, el realizador cinematográfico Gustavo Postiglione encaró el rodaje de su película “Días de Mayo”, en la que se ficcionaba la historia de una pareja, que transcurría en medio de aquellas convulsionadas jornadas.
Una de las escenas involucraba a un trolebús, motivo por el cual, la producción del film posó sus ojos en el coche “39”, concedido a la A.R.A.R.
Fueron intensas las negociaciones durante 2008, por cuanto desde nuestra Entidad insistíamos en que el trolebús debía recibir una contraprestación por su participación en la película, habida cuenta que ésta se hacía con propósitos comerciales. En el medio, las autoridades Municipales entendían que debían colaborar facilitando medios entre los cuales se encontraba el trole, que al final de cuentas es de su propiedad. No resultó sencillo, pero al menos la producción de la película corrió con los gastos que insumieron poner en condiciones de rodaje al trole, tomando en cuenta que su eje trasero se encontraba en insegura condición.
La filmación se efectuó en agosto de 2008, en horario nocturno. Por ser una obra de ficción, el realizador se tomó la licencia de alterar la verdadera sucesión de los hechos, por cuanto los incendios de trolebuses se produjeron de día, durante septiembre de 1969, y sobre los recorridos de las respectivas líneas. En cambio, para la película, el trole “se incendió” de noche, en el mes de mayo y en la esquina de San Lorenzo y Moreno, en donde nunca existió tendido eléctrico.
Pese a que un muy buen efecto especial hace creer que el trolebús queda envuelto en llamas, afortunadamente la unidad no sufrió daños y retornó al día siguiente a las instalaciones de la calle Brasil. Su aparición en “Días de Mayo” ocupa unos segundos del film.








Los dos trolebuses italianos, juntos luego de veinticinco años, en las instalaciones de la Línea K. Foto: Mariano C. Antenore
UNA HISTORIA CON FINAL ABIERTO
Yertos, los coches 28 y 39 están en la estación de calle Brasil. Aguardan que finalmente se pueda llevar a cabo la reconstrucción integral de uno de ellos. Casualmente, ambas máquinas fueron titulares de la línea “K”, en donde seguramente funcionarían en caso de volver a encontrarse en orden de marcha.

Una expresión de deseo: que el coche a restaurar se vea estéticamente como el trole de la foto, durante sus pruebas en Italia allá por 1961. Foto de fábrica (Colección A.R.A.R.)
Según se vea, el “vaso” puede estar medio lleno o medio vacío: algunos pueden suponer que después de veintiséis años, la idea de rescatar un trolebús fracasó rotundamente. Los Amigos del Riel, en cambio, estamos convencidos que gracias a nuestra “obstinación”, no se perdió el último testimonio rescatable de aquella histórica compra de cuarenta trolebuses de 1961; acaso la muestra más palpable de cuando en Rosario el transporte se pensaba con visión de futuro.

MARIANO CÉSAR ANTENORE
Marzo de 2010