viernes, 20 de mayo de 2016

57 AÑOS DE TROLEBUSES: VOLVER A TENER LA RED QUE TUVIMOS, UNA CUESTIÓN DE POLÍTICA

El Trolebús como medio de transporte en la ciudad de Rosario, cumple cincuenta y siete años desde que fuera instalado por gestión del Vicepresidente de la Nación, Dr. Alejandro Gómez (oriundo de nuestra ciudad). Mucho hemos escrito sobre la historia de este sistema; sin embargo, creemos que de aquí en más es preciso reflexionar sobre su futuro y su papel en el contexto de la movilidad pública local.




Fotogramas extraidos del noticiero cinematográfico "Sucesos Argentinos" Nro. 151, de junio de 1959. Colección: Sr. Luis Di Sarli


Acaso “el trole” nunca será tan entrañable como el tranvía eléctrico, pero no obstante supo construir su historia dentro de la urbe, y en tiempo de permanencia ya equipara y supera a la de su “primo mayor” (aunque nunca en cantidad ni en kilómetros de infraestructura).

Como todo transporte guiado o semi-guiado, es dependiente de la política de turno.  El Trolebús entró “por política” en Rosario; y es por esa misma razón por la que no puede terminar de expandirse, o al menos, recuperar la presencia que supo tener en su primera década en la ciudad.  El Decreto del HCM Nº 32.611 de 2009, declara al Sistema Municipal de Trolebuses como “patrimonio histórico y cultural”. Acaso ese sea el único salvoconducto que ha permitido que este medio de transporte subsista -como puede- en Rosario, frente a 760 ómnibus y la indiferencia de algunos funcionarios.


Tiempos en que había una multiplicidad de recorridos de líneas de trolebuses: La curiosa esquina de Corrientes y San Luis, donde las unidades de las Líneas H e I giraban al Oeste para hacer la vuelta-manzana y retornar hacia el Norte de la Ciudad. El coche M.A.N. (que sigue al Fiat), habrá de seguir derecho al Sur, ya que pertenece a la línea G. Colección: Centro Storico FIAT (Torino-Italia). Rescate de Leonardo Ragaglia


Justo es reconocer que el 90% de la flota de la Línea “K” funciona aceptablemente bien, aun con veintidós años de uso ininterrumpido, siendo este servicio el único que conserva los criterios generosos de frecuencias de antaño, y que no ha sufrido las ruinosas modificaciones de recorrido que afectaron a tantas líneas de ómnibus.

Si el servicio actual no es mejor, se debe a la falta de facilidades que el propio municipio debería conferirle para un mejor desplazamiento, y aprovechar así el potencial que este tipo de vehículos tiene en cuanto a velocidad comercial, fundamentalmente.

La anunciada implementación de la Línea “Q” (complementaria de la “K”), pone de manifiesto un compromiso de las autoridades municipales en lo relativo a procurar incrementar la presencia de este medio de transporte.

Pero precisamente, es la propuesta de esta línea nueva (planificada sin cableado, en función de una prometida autonomía por parte del fabricante ruso de las nuevas unidades ya contratadas), la que abre nuevamente el interrogante acerca de la negativa municipal para acometer la rehabilitación de los históricos corredores Norte y Sur; deuda contraida por la intendencia radical de Horacio Usandizaga en 1984, y que las sucesivas administraciones socialistas hasta la fecha, no supieron, no pudieron o no quisieron revertir.



Una realidad que muchos quieren esconder: la importante red de transporte eléctrico por trolebuses que tuvo la ciudad de Rosario, y que por malas políticas, se terminó perdiendo.
Plano realizado por Leonardo Ragaglia


Lo que en cualquier ámbito significaría un debate técnico, en Rosario se transforma en una disquisición política, donde los intereses no son ajenos.

El corredor Norte-Sur de trolebuses (junto con la sobreviviente Línea “K”), habían sido entregados por un intendente de facto a un empresario privado, apadrinado por el intendente -también de facto- de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez. La insolvencia técnica quedó manifiesta al poco tiempo. La incapacidad financiera, también. No así la habilidad política y el flujo de caja diario por la venta de boletos, que durante años permitió que los controles oficiales no se cumpliesen en tiempo y forma.

Esa situación malsana que en los albores de la intendencia democrática persistió gracias a la indulgencia del intendente de entonces, se perpetuó en el tiempo por el crecimiento exponencial de este empresario, que al convertirse en un importante “proveedor de transporte público”, cobraba poder por la dependencia política que hacia él tributaba el funcionariado. Pasado en limpio: “no lo molestemos, porque si se va, nos quedamos sin transporte”.

LA INEXPLICABLE PERSISTENCIA DE UNA LÍNEA PRECARIA...DOCE AÑOS DESPUÉS:

En función de esa consigna, se le permite hasta el día de hoy explotar con colectivos el corredor Norte-Sur, pese a que la concesión venció hace doce años, y a que el propio Municipio tiene dos empresas muy bien equipadas con las que podría prestar los servicios de la línea en cuestión (la “103”).  “Posición de fuerza”, que le dicen.



Es por esta razón que no extraña que la Municipalidad pueda (con buena intención, claro está) planificar una nueva línea de trole -sin cables- en cualquier lugar siempre que no afecte a los intereses de este empresario; es decir, NUNCA en el corredor que aquél ocupa con su precarizada pero gananciosa línea “103”...

La negativa cerrada a siquiera considerar la vuelta de los trolebuses en el corredor Norte-Sur, tuvo otro punto de apoyo: el proyecto Tranvía Metropolitano Rosario.

El estudio de consultoría encargado al consorcio Systra-ATEC, propuso en 1998 la reimplantación de tranvías eléctricos modernos en el referido corredor, pero colocándolo en el escenario de mayor expectativa, y sin excluir al trole como una alternativa menos ambiciosa.

TRANVÍAS DE FANTASÍA, 18 AÑOS DE ANUNCIOS:
Desde entonces el Municipio y la Provincia realizaron estudios y gestiones para lograr el financiamiento de la ingeniería de base y la posterior obra de instalación. Los altos costos iniciales (que superarían los 400 millones de dólares en un tramo de diecinueve kilómetros entre el Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria y la Ciudad Universitaria), más las complicaciones que implicaría la readecuación de las tuberías y cableados subterráneos, conducen a elegir una mejor oportunidad para acometer la reintroducción de un sistema que por mejor que sea, resulta muy difícil de costear en su implementación efectiva.

Es entonces donde hacemos nuestra el axioma “Lo perfecto es enemigo de lo posible”.

Un metro o un tranvía en el corredor Norte-Sur es muy difícil de financiar.  Por lo tanto, resulta una verdadera oportunidad el volver a evaluar toda la infraestructura en columnas y edificios de subestaciones rectificadoras para la rehabilitación de los trolebuses en los recorridos señalados.


La reciente compra de unidades a Rusia, pone de relieve que el precio de éstas supera en muy poco el de un ómnibus Diesel de industria nacional, con el agregado de una mayor vida útil para el eléctrico.  Sirva entonces esta ventaja para considerar volver al trole en las antiguas líneas “H” y “M”, ya que tras dieciocho años de ponderar el Tranvía Metropolitano, no es posible instalarlo debido a su alto costo y complejidad de obra.

AMENAZAS INTERNACIONALES CONTRA LA VIGENCIA DEL TROLEBÚS:

En el orden internacional, el concepto de trolebús tal como lo conocemos desde que fuera concebido en 1882, está siendo puesto en dudas por los propios fabricantes de este tipo de unidades, desde que el desarrollo de las baterías de Ion-Litio cobrase auge en los últimos años.  La panacea del “ómnibus eléctrico automotor” surge como una amenaza al trolebús y a su infraestructura de apoyo.  Sin embargo, aún se desconoce el rendimiento y duración de los equipos de baterías en el mediano y largo plazo.  Algunas estimaciones colocan el precio de reposición de los acumuladores en alrededor del 50% del vehículo nuevo.  Tampoco se conoce el regimen de trabajo óptimo (circulación en llanura o en terrenos con pendientes; cantidad de paradas y arranques, velocidad comercial constante, etc.).

Los funcionarios deberían extremar la cautela a la hora de adquirir estas unidades autónomas, hasta tanto no exista una estadística confiable sobre las nuevas tecnologías, las que por otra parte encarecen el valor inicial del vehículo.  Nos preguntamos entonces ¿cuál es el negocio del supuesto ahorro de energía que aparentemente ofrecen los nuevos sistemas de tracción, cuando por otra parte el valor de estos equipos puede significar el cuádruple del precio respecto de uno convencional?

NUESTRA CONCLUSIÓN: 

Al margen de las disquisiciones internacionales, reservadas para otros foros, Rosario haría bien en recapacitar sobre lo que tuvo y lo que puede tener, dejando para un futuro la  incorporación de sistemas que por más confiables que sean, son inalcanzables para nuestra economía.


Simulación digital de la reimplantación de la Línea "M" de Trolebuses en la Av. San Martín, a la altura de Bv. Seguí. Montaje: Leonardo Ragaglia.

Por otra parte, las razones de timidez política y económica frente a un concesionario crecido en base al usufructo de bienes municipales, deben ser definitivamente abolidas para de una vez por todas, recomponer los recorridos troncales con sistemas como el Trolebús, de probada solvencia técnica, económica y urbanística.-

1959 - 24 DE MAYO - 2016
57o. ANIVERSARIO

Agradecimientos:
Sr. Luis Di Sarli, por ceder copia del documental de "Sucesos Argentinos";
Sr. Fabio Sbérgamo, por la corrección digital de los fotogramas;
Sr. Carlos A. Fernández Priotti, por la corrección de textos;
Prof. Leo Ragaglia: por los planos, fotomontajes digitales y su colección de fotografías.


martes, 15 de marzo de 2016

SE FIRMÓ EL CONTRATO PARA LA PROVISIÓN DE TROLEBUSES RUSOS PARA ROSARIO

Tal como informamos en carácter de primicia el pasado 8 de diciembre, la Municipalidad de Rosario por medio de su Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (SEMTUR), adjudicó la compra de 12 trolebuses TROLZA modelo "Megápolis"; precisamente a la empresa TROLZA, de la Federación Rusa.
Tras un proceso de arduas negociaciones, el 14 de marzo de 2016 se suscribió el CONTRATO DE COMPRA, de las unidades.  El encuentro se realizó en la sede administrativa de SEMTUR, sita en calle Presidente Roca 1576 de Rosario.

Participaron, por la Municipalidad de Rosario, la Secretaria de Movilidad, ingeniera Mónica Alvarado, el Subsecretario de Movilidad, arquitecto Arnold Curátolo, el coordinador por la Secretaría de Movilidad y Gerente General de SEMTUR, ingeniero Héctor Zanda, la gerenta general del Ente de la Movilidad de Rosario, contadora Andrea Magnani, y la gerenta económico-financiera del Ente de la Movilidad de Rosario, Frana Bosnic.  Por SEMTUR, también rubricó el convenio el vicepresidente del Directorio, ingeniero Eladio Caballero.  Asimismo, firmaron el contrato tres funcionarios de la empresa TROLZA, llegados desde Rusia, en calidad de "contraparte".

Apariencia que podrían tener los nuevos trolebuses funcionando en Rosario. Fotomontaje en Plaza Sarmiento, con fotografía extraída de la Internet (crédito al autor). Procesamiento de imagen: Fabio Sbérgamo

Los tres funcionarios de la empresa TROLZA, dialogando con los funcionarios rosarinos.

Aunque no trascendieron precios ni plazos de entrega, se espera que para para el segundo semestre de 2016 o principios de 2017, las primeras unidades estén llegando a la ciudad.
Se trata del modelo "Megápolis", el tope de gama de la compañía rusa. De aproximadamente doce metros de longitud, y cerca de treinta asientos y capacidad para dos sillas de ruedas, estos troles tienen piso 100% bajo, careciendo de escalones interiores, lo cual facilitará el desplazamiento de los pasajeros de pie.
Por otra parte, la fabricante promete una autonomía de hasta 20 Km. fuera de la línea aérea de contacto, mediante paquetes de baterías de ion-litio.  Es por esa condición, que la Municipalidad planea la reimplantación de una nueva línea, denominada "Q", que sería complementaria de la actual "K", pero divergiendo en su recorrido en la intersección con la Av. Francia, por la que circulará sin catenarias hasta las inmediaciones de la Avenida de Circunvalación.  En el tramo clásico con línea aérea, los coches recargarán las baterías, llegando hasta la Ciudad Universitaria.

                                      
Funcionarios de la Municipalidad de Rosario, del Ente de la Movilidad y de SEMTUR, dialogando con uno de los enviados de TROLZA.


El Subsecretario de Movilidad, arquitecto Arnold Curátolo, dialoga mientras uno de los funcionarios rusos revisa el contrato.

Por otra parte, estos coches podrán también reforzar la actual flota de la Línea K, así como también otros recorridos que puedan estudiarse en el futuro.

TROLZA es actualmente una empresa privada, sucesora de URITZKY, la decana fábrica de trolebuses de la Unión Soviética, que es la más grande del mundo en su rubro.
En su condición de compañía estatal, Uritzky fue proveedora de decenas de trolebuses ZIU 5 y ZIU 682 para la ciudad de Bogotá (Colombia), durante las décadas de 1970 y 1980.
En la Argentina, la primera compra la realizó la Empresa Martín Fierro S.R.L. en 1980, con cinco trolebuses ZIU 682, que sólo funcionaron cuatro años por falta de mantenimiento.
En 1984, el Gobierno de la provincia de Mendoza intercambió mosto de su bodega estatal GIOL por diecisiete trolebuses ZIU 682, los que funcionaron durante veinticinco años en la Empresa Provincial de Transporte de Mendoza.
En tanto, la Municipalidad de Córdoba inauguró un sistema troncal de tres líneas llave en mano en el año 1989, llegándose a disponer de cuarenta y cuatro trolebuses ZIU 682 y ZIU 683 (articulados), muchos de los cuales aún funcionan, .
dando cuenta de su fiabilidad en tanto sea adecuado su mantenimiento, tras veintiséis años de uso.  Es por ello que el municipio cordobés confió en TROLZA para iniciar un proceso de renovación de flota, cuyas primeras siete unidades de última generación ya funcionan por las calles cordobesas desde hace dos meses.

DESPUÉS DE CINCUENTA Y CINCO AÑOS
Esta transacción es la primera compra de trolebuses que hace la Municipalidad de Rosario desde que se adquirieron los trolebuses FIAT-ALFA ROMEO-CGE en 1961; pues el resto de las incorporaciones fue por oportunidades de unidades usadas, o coches nuevos adquiridos por concesionarias privadas.
Sin lugar a dudas, es una decisión política trascendental, que se produce como consecuencia de los alentadores resultados del funcionamiento de la Línea K, mérito que corresponde a -en principio- la actitud de municipalizar la línea en 2004, en medio de un dramático panorama de vaciamiento empresario privado, y la gestión correcta de SEMTUR; y fundamentalmente, del personal de la propia línea, el que tiene un total compromiso con El Trole.

Aguardamos entonces el proceso constructivo de los nuevos trolebuses y su esperada llegada a la ciudad de Rosario, en beneficio de la comunidad, que podrá ver un renacimiento de un sistema que ya lleva más de cinco décadas en el panorama urbano.