

El coche 47, encabezando las pruebas, en la estación de Av. perú 2592 de Mendoza.
Con posterioridad a estas pruebas, sucedieron otras con resultados igualmente satisfactorios: se colocaron seis trolebuses haciéndolos circular a diferentes intervalos de tiempo (un mínimo de 3 minutos). Se espera que en próximas semanas, el trole vuelva a Villa Nueva para una reparación histórica que por razones políticas no se había consumado hasta este momento.
Cabe destacar que la pericia y honestidad del personal de la EPTM permitió re-instalar las catenarias en tiempo récord y con un costo equivalente al 40% de lo que hubiese insumido contratar la obra a una empresa privada.
Mientras en Córdoba se incorporan demagógica y turbiamente colectivos Diesel en lugar de trolebuses, y en Rosario no se define una política de transporte eléctrico, la pionera EPTM y su gente dan un señero ejemplo para ratificar que cuando hay voluntad no existen los imposibles.
Agradecemos a Jorge Luis Guevara por las fotos, y por su amistad y eterno amor hacia los trolebuses.