El sábado 20 de agosto de 2011, tuvimos la oportunidad de realizar un paseo para aficionados y amigos, a bordo del trolebús histórico FIAT /ALFA-ROMEO/CGE Nro. 39, que oportunamente rescatara la Asociación Rosarina Amigos del Riel, y que reconstruyera la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (S.E.M.T.U.R.).
El paseo, que fue planificado por la A.R.A.R., fue posible por la buena voluntad del Directorio de la empresa SEMTUR, que además de permitir el uso del coche, corrió con los gastos que implica la disposición de personal de conducción, de asistencia y seguros para el vehículo y pasajeros transportados.Casi una treintena de personas nos deleitamos arriba del hermoso trole FIAT, despertando la curiosidad de peatones y automovilistas que observaban absortos la circulación del veterano vehículo.
Si bien durante la mañana las temperaturas fueron muy frías, por la tarde, la brisa del Norte nos regaló un ambiente templado; siendo el marco ideal para un paseo inolvidable.
Si bien durante la mañana las temperaturas fueron muy frías, por la tarde, la brisa del Norte nos regaló un ambiente templado; siendo el marco ideal para un paseo inolvidable.Concurrieron delegaciones de la Asociación Amigos del Tranvía (Buenos Aires), de la Asociación Amigos del Tranvía de Córdoba, Grupo Busólogo Rosario, el colega y amigo Leonardo Ragaglia, varios asociados de la A.R.A.R., y los aficionados porteños Juan Carlos y Gastón González, acompañados por un amigo.
Todo se desarrolló en un clima de algarabía, precedido por reuniones de cenas y almuerzos entre algunos integrantes de las delegaciones que nos visitaron.
Por su parte, tal como ocurrió en el día de la inauguración en mayo pasado, el decano conductor de trolebuses Hugo Muñoz, guió el coche con suma pericia y excelente predisposición, celebrando además, el día de su cumpleaños.
Acá lo vemos a Hugo Muñoz, conversando con nuestro amigo Fernando Vaschetti, y con el asociado de la A.R.A.R. Pedro Sotelo, quien también fue un avezado conductor de trolebús.
En esta foto, Carlos Alberto Fernández Priotti y Claudio Gazzera, quienes desde hora temprana estuvieron en el galpón durante los aprestos para la salida del coche. Al lado de ellos, Mariano César Antenore.
Gastón y Juan Cárlos González, quienes vinieron desde la Capital Federal.
Carlos Fernández y Mariano Antenore, cenando el viernes 19 junto a la delegación de la Asociación Amigos del Tranvía de Córdoba: Nacho Torres, Eugenio Nelli, Sergio Moreno y Lucio Peñaloza.
Aquí, almorzando el sábado 20, antes del paseo, con la delegación de la Asociación Amigos del Tranvía: Gabriel Mattalía y Osvaldo Manoli, junto al amigo César Biondini.
Los últimos momentos del paseo, cuando el coche se estacionó en el desvío auxiliar por calle Corrientes al 1100, para lo cual colocamos el letrero de la línea M, que circulaba por esa arteria.
Todo se desarrolló en un clima de algarabía, precedido por reuniones de cenas y almuerzos entre algunos integrantes de las delegaciones que nos visitaron.
Por su parte, tal como ocurrió en el día de la inauguración en mayo pasado, el decano conductor de trolebuses Hugo Muñoz, guió el coche con suma pericia y excelente predisposición, celebrando además, el día de su cumpleaños.
Acá lo vemos a Hugo Muñoz, conversando con nuestro amigo Fernando Vaschetti, y con el asociado de la A.R.A.R. Pedro Sotelo, quien también fue un avezado conductor de trolebús.
En esta foto, Carlos Alberto Fernández Priotti y Claudio Gazzera, quienes desde hora temprana estuvieron en el galpón durante los aprestos para la salida del coche. Al lado de ellos, Mariano César Antenore.
Gastón y Juan Cárlos González, quienes vinieron desde la Capital Federal.
Carlos Fernández y Mariano Antenore, cenando el viernes 19 junto a la delegación de la Asociación Amigos del Tranvía de Córdoba: Nacho Torres, Eugenio Nelli, Sergio Moreno y Lucio Peñaloza.
Aquí, almorzando el sábado 20, antes del paseo, con la delegación de la Asociación Amigos del Tranvía: Gabriel Mattalía y Osvaldo Manoli, junto al amigo César Biondini.
Los últimos momentos del paseo, cuando el coche se estacionó en el desvío auxiliar por calle Corrientes al 1100, para lo cual colocamos el letrero de la línea M, que circulaba por esa arteria. Fue una jornada memorable en donde todo salió bien. Agradecemos a todos quienes nos visitaron y vinieron desde tan lejos, así como a los amigos y colegas rosarinos, que dijeron "presente" y nos honraron con su compañía.
Finalmente, y como lo hiciéramos en otras ocasiones, nuestro mayor reconocimiento es para con la gente de SEMTUR, su directorio, personal técnico y administrativo, y a Hugo Muñoz, que nos brindaron la mejor voluntad para el éxito de un paseo que esperamos repetir pronto.
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